Yes, we «received the power»

Pues sí gente, ya estoy de vuelta en España, tras mi viaje por Australia. Sin duda alguna, el mejor viaje de mi vida junto con el de Bali. Es difícil explicar en pocas palabras un viaje como este, así que trataré de hacer memoria y de decir más o menos lo que dije el último día durante los testimonios de nuestro grupo, porque lo que el testimonio que allí pronuncié fue improvisado y sincero, que es como más verdades se dicen.

(Recomiendo leer antes el post previo a irme).

Tres cosas me llevaron a Australia. Conocer el país (objetivo turístico), ver al Papa (objetivo espiritual) y pasarlo bien (objetivo lúdico). Pues bien, si el segundo motivo empezó no siendo el prioritario, según pasaron los días, se convirtió en el motor fundamental de mi estancia allí.

Tanto es así, que hubo tres momentos en el viaje que jamás olvidaré, y en los que había un fondo espiritual. Casualmente, fueron tres momentos en los que las lágrimas estuvieron a punto de saltar. Fueron lágrimas de felicidad, que conseguí aguantar dentro del cuerpo (por no dar la nota y eso), y que en orden cronológico fueron:

1º.- Momento de la exposición. Como comentó nuestro amigo Fran en La Razón, debajo de la Ópera, las monjas de la Madre Teresa de Calcuta, instalaron una exposición al Santísimo. Pues bien, hubo un día que fui por inercia, con la idea de estar 5 minutos y salirme, porque era tarde y estaba cansado. Así que entré, y allí había un tipo tocando la guitarra y cantando mientras la gente rezaba. Mi primera reacción fue de repulsa. En plan… » ya está el típico pesado tocando la gutarrita. No voy a durar ni 2 minutos, porque así no hay quien se concentre…».

Pero el caso es que según me senté, me di cuenta que no era una música cualquiera, tipo «Alabaré, alabaré». Era mucho más profunda (aunque era inglés, se entendía a la perfección), más sincera, perfecta para rezar, y además, con unas buenas melodías. Así que me metí como nunca en la oración. Os puedo asegurar que fue el momento en mi vida que más concentrado he estado en una Exposición/Adoración del Santísimo. Hasta el punto de que casi lloro. Im-presionante. Por cierto, el sacerdote de la guitarra se llamaba Father Patrick y estoy como loco buscando por Internet sus canciones, pero no hay manera de encontrarlas. ¿Alguna ayuda?

2º.- El día que el Papa anunció que Madrid acogerá la siguiente edición de las Jornadas, en Madrid, en 2011. Ya lo sabíamos, no era ninguna sorpresa, pero aún así fue un momentazo. Algunos de Madrid incluso pudieron subir al escenario para ese momento. El resto, todo el mogollón, aguardábamos nerviosos el momento en la esplanada de Randwick. Era el final de la misa, y ya tras la comunión, nos fuimos juntando todos los diferentes grupos de Madrid en una misma zona. Llevábamos puesta una camiseta especialmente diseñada para la ocasión que nos regaló la Diócesis de Madrid. Estábamos absolutamente rodeados de medios de comunicación que no querían perderse el momento.

Tanto es así que la imagen de arriba fue publicada por un diario en internet ¿le reconocéis?

Y llegó. Todo eran gritos, empujones, saltos, cánticos, banderas de España, etc. Cuando más o menos se calmó la cosa tras cerca de un minuto de éxtasis generalizado, decidimos hacer una «megaconga» por la explanada. Por el camino, nos encontramos con otros grupos de españoles, de fuera de Madrid, que se nos unieron, sabedores de que esto es mérito y responsabilidad de toda España, no solo de Madrid. Al terminar la conga, ya más tranquilo, miré a mi alrededor, observando las caras de felicidad de todos los chavales, y la mía propia, y también me entraron ganas de llorar.

3º.- Justo el día que dije estas palabras. El día de los testimonios. Antes de que llegara mi turno, escuché algunos testimonios que me pusieron la carne de gallina. Ver a chavales de menos de 20 años expresar cosas que ni los mayores pensadores o escritores de este país saben o pueden decir, me provocó un profundo sentimiento de esperanza, a la par que de orgullo. Aquí sí me costó más aguntarme las lágrimas, pero lo conseguí.

Sin embargo, después de mi testimonio, vino una chica, con cuyo testimonio fue incapaz de retener las lágrimas y tuve que sacar corriendo un pañuelo para secarme la cara. Cuando era pequeña, su madre murió. Al parecer, también ella, el día de la Exposición consiguió una gran nivel de concentración, hasta el punto que empezó a hablar con su madre. Contó que jamás en la vida, después de tantos años, había sentido tan cerca la presencia de su madre. No pudo seguir hablando mucho más porque se derrumbó y echó a llorar, pero fue suficiente para que yo también lo hiciera.

Por último, contaros que el viaje se puede resumir en una palabra: Gracias.

Gracias a mis compañeros. En nuestro grupo éramos 66, y la verdad es que gracias a ellos la peregrinación ha sido como ha sido. En este tipo de viaje, que te toque buena gente es fundamental. Los que habéis ido a alguna otra JMJ lo sabéis bien. La mayoría no me conocían de nada, pero el recibimiento fue muy bueno, a pesar de la diferencia de edad (la mayoría no pasaban de los 22 años, teniendo yo 28). Ahora puedo decir que tengo 66 amigos más.

Gracias también a Deleju, que se encargaba de la organización de todos los grupos de Madrid. No es fácil llevar la logística de 450 jóvenes madrileños en Australia.

Y GRACIAS, por supuesto a los australianos. Ya dije que eran buena gente, y no solo no me equivoqué, sino que me quedé corto. En mi vida había conocido a un pueblo tan simpático. Eran todo amabilidad y generoisdad. Les hemos tenido invadida la ciudad durante días, con todo el centro bloqueado por los cientos de miles de peregrinos llegados de todos el mundo. Pero ellos, lejos de alterarse, se alegraban de tenernos allí, e inluso se preocupaban si no estaba todo a nuestro gusto (no estoy exagerando absolutamente nada).

Además, han sido los artífices de la mejor organización en la historia de las JMJ. Todo el mundo coincidía. Se lo han currado como nadie. Todo ha salido casi a la perfección. Lo malo de todo esto es que el listón está ahora altísimo de cara a las JMJ de Madrid 2011. Nos tenemos que poner las pilas.

Os dejo un ESPECTACULAR VÍDEO, con la interpretación en directo, al terminar la Misa de clausura de las Jornadas, del Himno Oficial Internacional de las JMJ Sydney 2008, el «Receive The Power». Como fue poco después de anunciar lo de Madrid, se escuchan de fondo nuestros cánticos («sí, sí, sí, nos vamos a Madrid», «esta es la juventud del Papa», «Benedicto, amigo, España está contigo», etc…). Incluso en algún momento del vídeo, además de oirnos, se nos ve.

Nos vemos en Madrid en 2011.

Hala Majos

A. Bulsara

3 Respuestas to “Yes, we «received the power»”


  1. 1 Webgon agosto 13, 2008 a las 7:31 pm

    Buen post, casi casi me has transportado a Australia….. A ver si me sale algo decente de mi viaje a Australia. Menos espiritual que este pero a la par de intenso…..Abrazos

  2. 2 Fulgencio agosto 15, 2008 a las 7:23 pm

    Pincha que te pincha, después de entrar en mi contador de entradas al blog… acabo por dar con el tuyo.
    A ver cuando sacas cinco minutos para hacerle un fregao al mío, porque este blog está de pegada!!!. Con sus hipervícunlos, fotos, etc. En fin, muy trabajado, la verdad.
    Felicidades


  1. 1 Flaca (lorolorolololoooooooooo) « Diario de un inconformista Trackback en septiembre 15, 2008 a las 1:05 am

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